martes, 27 de octubre de 2015

Resolución de Conflictos


Se establecen como las herramientas necesarias para afrontar las diferencias con los otros. El camino de la resolución de conflictos no es otra cosa que la expresión adecuada de emociones, la escucha de las de los demás y la búsqueda de alternativas válidas para los miembros que experimentan el conflicto. Pasos a seguir:

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- Reconocer y aceptar las propias emociones
- Identificar y respetar las emociones de los demás.
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Identificar los pensamientos que se generan ante los problemas.

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Dejar de buscar culpables y describir y expresar lo que se ha vivido, cómo se ha interpretado, cuales son los sentimientos, expectativas, propuesta de cambios para el futuro. Además es importante, escuchar al otro y la otra, lo que vivió, cómo lo interpretó, sus intenciones reales, cómo se sintió, que le hubiera gustado que sucediera, y sus propuestas para el futuro. Es necesario también:

- Cuidar la comunicación no verbal.
- Hacer peticiones no exigencias.
- Hacer preguntas y sugerencias, no acusaciones.
- No adivinar el pensamiento del otro. Preguntar.
- Hablar de lo que el otro hizo, no de lo que es. El objetivo es cambiar conductas y una etiqueta nunca lleva al cambio.
- Centrarse en el tema que se esté tratando durante la discusión. No temas pasados.
- Plantear los problemas, no acumularlos.
- Escuchar al otro cuando habla, no interrumpir.
- Aceptar las responsabilidades propias.
- Ofrecer soluciones acordadas.
- Hacer ver al otro que se le ha entendido.
- Evitar la crítica inadecuada, comentarios negativos, el sarcasmo o la ironía.
- Preguntar al otro que puedes hacer para mejorar las cosas.
- Busca un ambiente adecuado que facilite el hablar: tranquilidad, intimidad, y que sean espacio neutral.

Por otra parte Galtung[1] frente a la resolución de conflictos mantiene la formulación de una política de paz debe iniciarse con la resolución de conflictos. Los medios, mecanismos y actitudes se deben configurar para contribuir a tal fin.

No existe ni una receta ni un manual que explique de forma universal el procedimiento para curarlos, pero ello no debe ser excusa para desfallecer en tal tarea, si bien es cierto que reconocía que en el caso concreto del conflicto latente entre el Este y el Oeste era especialmente complejo debido a la maraña de cuestiones ideológicas y de intereses, a la competición por el mejor posicionamiento estratégico, a los sistemas relacionados con la formación y adscripción a las dos alianzas y a los complejos sistemas militares.

La solución al tema ideológico requiere, señala Galtung[2], la depolarización del sistema, incorporando más opciones entre ambas ideologías.  Además, debe inculcarse a las partes la disposición a aceptar que el otro sistema sea diferente, aceptar su derecho a serlo, no importa cuánto uno desearía que fuera de otro modo y por más que uno crea que el otro sistema se avendrá con el tiempo al modelo del otro. En definitiva, la transcendencia sigue siendo para Galtung un aspecto clave en la resolución de conflictos, tanto en el pasado como en el presente y quizás en el futuro.




[1] CALDERON, Persy. Teoría de conflictos de Johan Galtung. En: Revista paz y conflictos. España. 2009. Núm. 2.
[2] Ibid.

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